El
Profeta guiado por la Palabra de Dios anuncia, denuncia, consuela,
exhorta, anima y se hace adorador en total intimidad con Dios.
Intercesión:
Oran por las necesidades de las personas de la comunidad y
de la Iglesia en general.
Alabanza y Adoración:
Nace de la percepción de la grandeza divina, es la
expresión de Jubilo que se siente cuando se reconoce
que Dios es solo Uno. Sl 57, 7-11 “Dios mío,
tu estás por encima del cielo. Tu gloria llena toda
la tierra”.